LA RESPIRACIÓN: FUNCIÓN FUNDAMENTAL PARA UNA VIDA SANA
Actualizado: 22 nov 2022

La respiración es una de las funciones vitales más importantes de los seres vivos -porque puedes dejar de comer, tomar líquido, pero no puedes dejar de respirar por largos periodos de tiempo-, volver a tenerla en cuenta como recurso de bienestar es transformador. Pero antes de abordar mejor este tema queremos compartir nuestras experiencias.
Como profesoras de yoga nos hemos encontrado con muchas personas que deciden empezar a practicar yoga porque su médic@ o psicólog@ se lo ha recomendado como forma de tratamiento.
Generalmente asocian que ir a clase de yoga consiste en ir a meditar o hacer algunos movimientos que han visto en publicidades o que les han contado sus conocid@s.
Así, dependiendo del estilo de yoga con el que se hayan encontrado en sus primeras clases, descubren que el yoga es un conjunto de prácticas que se enfocan en calmar la mente y generar bienestar mucho más amplias de lo que se imaginaron, así como que sus beneficios son incluso más grandes de lo que su médico o psicólogo les había dicho. Pero que requiere compromiso y disciplina.
Una de las principales cualidades que tiene el yoga es ayudarte a construir una consciencia corporal y emocional.
Posiblemente una persona logra conectar con un guía y el yoga empieza a hacer parte de la rutina. Va a las clases y siente los cambios cuando se regala esa hora al día para practicar.
Entonces, empieza un desafío mucho mayor, tanto para quienes practican como para quienes enseñan yoga. ¿Cómo trasladamos el bienestar y satisfacción de las clases a la vida diaria, a la rutina y sus diversas complejidades? ¿Cómo puedo, por mí mism@ utilizar los recursos que aprendí y trasladarlos a otros aspectos como el trabajo, la vida familiar, la salud física y mental, entre otros?
Yoga es una gran herramienta para salir del automático
Una de las principales cualidades que tiene el yoga es ayudarte a construir una consciencia corporal y emocional.
Es decir que con la práctica física no solo eres capaz de reconocer cómo está tu cuerpo en el momento presente, sino también qué te está diciendo, cómo te muestra información. En dónde aparecen las tensiones, qué partes tienes más bloqueadas, dónde es recurrente el dolor.
Con yoga entonces puedes percibir y aprender a actuar. Qué movimientos te ayudan más o menos para trabajar la tensión. Qué debes o no hacer para movilizar las partes obstruidas.
Esto trasladado a la rutina diaria es aún más interesante porque puedes reconocer esos patrones de movimiento que te están generando molestias, esas malas posturas que repercuten en la tensión y dolor muscular, y de esta manera modificarlas.
Una respiración consciente
En yoga, la conciencia de que sea la RESPIRACIÓN la que guía el movimiento, es un recurso que otras actividades físicas generalmente no utilizan.
Si respirar es una de las funciones más vitales de los seres vivos -porque puedes dejar de comer, tomar líquido, pero no puedes dejar de respirar por largos periodos de tiempo-, volver a tenerla en cuenta como recurso de bienestar, es transformador.
Generalmente nos olvidamos del acto de respirar, se nos ha convertido en un acto automático, y solo cuando tomamos consciencia de inhalar y exhalar de manera controlada, podemos experimentar los beneficios que puede traernos en las clases de yoga y fuera de ellas.
Porque si utilizas la respiración para calmarte en un momento de estrés, realmente puedes colaborar a retomar el equilibrio físico y emocional. A esto apunta la práctica de respirar conscientemente, a que todo el sistema nervioso se regule, a que el sistema circulatorio se oxigene, a que el sistema respiratorio trabaje sin obstrucción y así todos los sistemas, así todos los órganos, así la mente.
Porque si eres capaz de respirar y de calmar la mente, tus pensamientos también lo harán.
Podrás concentrarte mejor, meditar posiblemente con mayor ligereza, sentir mayor vitalidad, mayor energía, menor obstrucción física y ruido mental.

Entonces, si volvemos a la pregunta de cómo puedes llevar al día a día lo que aprendes en clase, lo puedes observar en las acciones de tu rutina. Cuando estés en casa limpiando, cocinando, viendo la tele, puedes utilizar lo que aprendiste en yoga. Notar lo tenso, movilizar y respirar.
Cuando estés en el trabajo largas horas en una silla o de pie, también puedes trasladar lo aprendido en clase. Reconocer, transformar.
No necesitas pararte de cabeza para sentirte mejor. Pequeños movimientos, pequeñas respiraciones, meditaciones y reflexiones van a ir construyendo una verdadera vida en bienestar.
Así que puedes salir de la clase de yoga y trasladarlo a tu rutina y a la construcción de tus vínculos. El yoga te permite construir mayor discernimiento.
Plus filosófico:
Ahimsa: y no podemos olvidar que uno de los principios fundantes y filosóficos del yoga te invita a recordar que si tu propósito es la liberación, del cuerpo y la mente, la conexión con la conciencia suprema -cualquiera que sea-, debes trabajar con una consigna como la de la no violencia -ahimsa en sánscrito-. Porque si trabajas mucho en clase de yoga pero sales y repites patrones que no te generan bienestar, que van en contra de ti mism@s y de los demás, así como de todo lo que te rodea, entonces no estamos siendo coherentes, no estás practicando uno de los principios del yoga, la no violencia.